Fotografía del pintor impresionista Renoir en 1916, donde se aprecian las manos vendadas a causa de la artritis reumatoide. |
Pintar se convirtió en casi una necesidad física y a veces una cura para Renoir. |
"Cuando miramos las pinturas de Renoir, es fácil olvidar que sufría un gran problema (…). Pintar fue casi una necesidad física y a veces una cura, como si desease crear sobre el lienzo aquellas cosas que tenía que perderse en la vida real a causa de su incapacidad" British Medical Journal.
Se piensa que su artritis comenzó cuando tenía 50 años, se volvió más agresiva en la década siguiente y durante los últimos años de su vida lo dejó prácticamente inválido. La grave artritis le causó terribles dolores. Los huesos se le encorvaban y la carne se le secaba. En 1907 pesaba 49 kilos y apenas podía sentarse. Después de 1910 no pudo ya desplazarse con muletas y quedó postrado en una silla de ruedas.
Pero esto no le impidió seguir pintando según su nieto más de 400 pinturas, periodo en el cual tampoco dejo de viajar y liarse sus cigarrillos.
Le Moulin de la Galette famosa área retratada por Renoir y por otros numerosos artistas, tales como Toulouse-Lautrec, Van Gogh y Picasso. |
Única película donde se puede ver a Renoir pintando uno de sus oleos impresionistas:
De vuelta a Cagnes continuó pintando hasta terminar su composición 'Descanso tras el baño'. Incluso unas horas antes de morir a causa de una grave pulmonía, estuvo pintando una naturaleza muerta a partir de una cesta con manzanas que le había traído su hijo el cineasta Jean Renoir. Sus últimas palabras, dicen mucho del espíritu luchador del pintor:
“Hoy he aprendido algo”
Fuentes: 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7
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