7 de septiembre de 2011

Cuando el láser se encontró con el relámpago

El pasado jueves 18 de agosto sobre el cielo del observatorio Allgäu en Bavaria se podía ver un impresionante espectáculo. Con el fondo de la noche iluminada como telón, dos fenómenos muy diferentes se unían en una imagen inédita que parece sacada de una película de ciencia ficción.



Ese día la ESO (Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral) probaba la nueva unidad Wendelstein, una estrella guía láser (Laser guide star) que fue disparada hacia la atmósfera, justo cuando se acercaba una fuerte tormenta eléctrica propia de los veranos de la región. Como dice el fotógrafo Martin Kornmesse una clara demostración muy visual del porqué los telescopios de la ESO están en Chile y no en Alemania.

Por pura coincidencia se unían en una fracción de segundo dos "poderosas fuerzas", el láser con un rayo de 20 vatios ejemplo de tecnología avanzada y el relámpago, espectacular poder de la naturaleza con una potencia de unos 30 millones de voltios y 100.000 amperios.



El láser guía crea estrellas artificiales en la atmósfera, a 90 kilómetros sobre la superficie terrestre. Las mediciones de estas estrellas artificiales son utilizadas para corregir el efecto de distorsión de la atmósfera en las observaciones astronómicas, técnica conocida como óptica adaptativa.



Poco tiempo después de que se tomaran estas imágenes la tormenta llegó al observatorio, lo que provoco el cierre de las operaciones de esa noche. Y es que incluso los dispositivos más avanzados como las estrellas guías láser, no pueden evitar sufrir las inclemencias del tiempo.


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