Mi primer viaje espacial

Aquel 20 de julio de 1969, varios españoles, también pusieron su granito de arena en la aventura de llevar al primer hombre a la Luna, controlar su paseo por la superficie del satélite y devolverlo a casa sano y salvo.

Junto a la antena de la base espacial en Robledo de Chavela (Madrid) unas mujeres lavan la ropa. Fotografía del periódico falangista, "Arriba España" el 28 de marzo de 1965. Click para ampliar.

Desde las estaciones de seguimiento de Robledo de Chavela y Fresnedillas, en Madrid, y Maspalomas, en Gran Canaria, expertos como Luis Ruiz de Gopegui, Andrés Ripoll, Félix García Castañer y Manuel Bautista se encargaron de un trabajo de precisión.


Entrenados por la propia NASA, fueron los encargados de controlar muy de cerca cada paso, cada palabra e incluso cada latido del corazón de Armstrong, Aldrin y Collins en su odisea espacial.

Madrid Deep Space Communications Complex (MDSCC) desde su "coll tower", la estación de Fresnedillas-Navalagamella en lontananza. Click para ampliar.

La NASA escogió a España para instalar una antena entre Fresnedillas y Navalagamella, en la sierra de Madrid, enclavada en un valle semiescondido a 60 kilómetros de Madrid. Pertenece a la Red del Espacio Profundo , y su primera antena se colocó en 1961 para el Programa Mariner. Así llegó la NASA a Robledo de Chavela y desde entonces, las antenas han ido "brotando’" como hongos gigantes en este bosque madrileño.

La primera fotografía de la Tierra tomada desde la Luna, fue recibida en la estación de seguimiento de la NASA en Robledo. Esta imagen de la Tierra en fase creciente fue realizada el 23 de agosto de 1966 a las 16: 35 GMT cuando la nave espacial Lunar Orbiter I estaba a punto ocultarse detrás de la Luna. Click para ampliar.

En la NASA buscaban un punto a unos 120º de longitud. Tenía que estar cerca de un aeropuerto, tener universidades cerca, y ser un valle abierto al sur y con montañas que protegieran el norte y los laterales de las posibles interferencias. Las opciones no eran muchas.

La antena "DSS-63" de 70 metros de diámetro, una mole inmensa que se mueve a una velocidad de 4 milésimas de grado por segundo. Su construcción costo aproximadamente un millón de dólares por cada metro de diámetro.

Yo tuve la suerte de visitar esta base espacial de la NASA cuando estaba en el instituto, estudiando el ya lejano BUP. Una visita guiada que me dejo fascinado, fue poco después del terrible accidente del transbordador espacial Challenger. Observar de cerca estas impresionantes instalaciones para un adolescente de mente inquieta pueden marcarlo. Fue mi primer "viaje espacial", donde se me abrió un mundo anteriormente desconocido.

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