12 de febrero de 2008

Hacia rutas salvajes

La libertad y la belleza simple son demasiado buenas para perderlas... Christopher McCandless.

Sean Penn reinventa el cine de carretera con 'Hacia rutas salvajes', un filme en el que se recrea la aventura vital de un joven que decide dejarlo todo para adentrarse en el misterio de la América Profunda. A lo largo de su largo viaje iniciático, el protagonista tendrá tiempo de descubrirse a sí mismo, de ayudar y ser ayudado, de sufrir y disfrutar, y finalmente quizás incluso de alcanzar un estado de beatitud espiritual en las frías tierras del norte.

'Hacia rutas salvajes' se basa en una historia real. La de Christopher Johnson McCandless, un universitario de veintipocos años al que todos auguraban un brillante futuro, pero que un buen día decidió dejar atrás su cómoda vida y partir en busca de nuevas experiencias. Dos años estuvo vagando de una esquina a otra de los Estados Unidos, atravesando bosques, montañas, desiertos y ríos, hasta culminar su peripecia en Alaska, donde permaneció más de 100 días en medio de la nieve, sin comida y sin armas.


Después de graduarse de Emory en 1990, donó sus ahorros, 24.000 dólares a Oxfam y empezó a viajar por el país, usando el nombre de Alexander Supertramp (super-vagabundo ). McCandless hizo su viaje a través de Arizona, California, y Dakota del Sur, donde trabajó en labores agrícolas. Alternó entre períodos de trabajo relativamente fijos y con gran contacto con gente, con periodos en que estuvo sin dinero y sin ningún contacto humano, al punto que a veces tuvo que luchar por la comida. Sobrevivió a varios peligros durante estos periodos de vida salvaje, como cuando perdió su automóvil en un diluvio, o cuando bajó en canoa por el río Colorado, en dirección al golfo de California. McCandless se enorgullecía de sobrevivir con un mínimo de elementos, y una preparación bastante básica.

Su famoso autorretrato , junto al autobús 142.

Durante años, McCandless había soñado con una “Odisea de Alaska”: vivir de la tierra, lejos de la civilización, y manteniendo un diario de vida que describiera su progreso físico y espiritual, enfrentando las fuerzas de naturaleza. En abril de 1992 hizo autostop a Fairbanks, Alaska. Fue visto con vida por última vez por James Gallien, quien le llevó de Fairbanks a Stampede Trail. Gallien se preocupó por 'Alex', pues tenía pocos medios materiales y ninguna experiencia en el entorno de Alaska. Gallien intentó persuadir a Alex para diferir su viaje, e incluso ofreció conducirlo a Anchorage para comprar equipamiento adecuado. McCandless se negó a recibir toda ayuda, salvo un par de botas de caucho, dos latas de atún, y una bolsa de maíz.

Después de hacer una caminata a Stampede Trail, McCandless encontró un autobús abandonado como un lugar para asentarse, y empeñó por vivir exclusivamente de la tierra.


Llevaba consigo una bolsa de arroz, un rifle Remington semiautomático, municiones, un libro sobre las plantas locales, varios otros libros, y un poco de equipo de campamento. Asumió que debía cazar para poder vivir: a pesar de su inexperiencia como un cazador, McCandless capturó con éxito animales pequeños tales como puercoespines y pájaros. Una vez mató un alce; pese a su logro, no pudo conservar toda la carne sobrante, pese a haberla ahumado sobre los arbustos, tal como le dijeron los cazadores con que se había encontrado en Dakota del Sur.

El 6 de septiembre de 1992, dos excursionistas y un grupo de los cazadores de alces encontró esta nota en la puerta del autobús:

“S.O.S., necesito su ayuda. Estoy herido, cerca de morir, y demasiado débil para hacer una caminata. Estoy completamente solo, no es ningún chiste. En el nombre de Dios, por favor permanezcan aquí para salvarme. Estoy recolectando bayas cerca de aquí y volveré esta tarde. Gracias, Chris McCandless. Agosto?”

Placa en el autobús que recuerda a McCandless .

Su cuerpo se encontró en su saco de dormir dentro del autobús, con apenas 30 kilos de peso. Llevaba muerto más de dos semanas. Su causa oficial de muerte fue inanición.

Trailer de la película de Sean Penn:


Ver película completa en YouTube.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

UNA MARAVILLA DE PELÍCULA...

Y un blog cojonudo!


salúh-2!

Anónimo dijo...

La película está bien. El paisano… un poco tarambana en mi opinión; una cosa es perseguir tu sueño, vivir con la naturaleza, etc. y otra bien distinta es meterte en Alaska sin tener experiencia ni medios.

Por cierto, la banda sonora de Eddie Vedder genial.