Esta fotografía muestra un encuentro asombroso. Michael Jackson visita a su admirado Benny Hill en el hospital, cuando éste se recuperaba de un ataque al corazón, en febrero de 1992.
Semanas después Benny Hill moría, solo, en su casa del nº 7 de Fairwater en Teddington. A la edad de 68 años de una trombosis coronaria. Cuatro días mas tarde el 24 de abril los vecinos llaman a la policía, le encuentran sentado en su butaca delante de la televisión encendida.
Enterrado en el cementerio de Hollybrook cerca de su lugar de nacimiento, Southampton. Se rumoreó que había sido enterrado con una gran fortuna.
Unos ladrones desenterraron su tumba en busca del tesoro; cuando las autoridades acudieron, a la mañana siguiente, encontraron su tumba abierta y sin ningún rastro de las grandes cantidades de oro y joyas. Sólo los culpables de la profanación saben si había tales riquezas dentro del ataúd. Benny Hill fue enterrado de nuevo pero esta vez con una losa mayor.
La gran fortuna de Benny Hill es su enorme legado, su humor grueso que hizo reír a varias generaciones. Imitado, odiado, querido, repudiado, amado; algunos quieren olvidarlo, cubriendo su recuerdo con una enorme lapida como la que cubre su sepulcro.
'Bye, bye', Benny Hill
1 comentario:
Todavía recuerdo su parodia de Flora Loles, me pareció genial, ¡Loor al rey del humor grueso!
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