Intentan servir a Buda mediante sacrificios, el más conocido es su resistencia física. Son atletas espirituales de la secta Budista, Tendai. A diferencia de la mayoría de budistas, que cree que la iluminación se obtiene después de haber pasado por varias vidas y tras un largo proceso de reencarnaciones, esta escuela considera que puede conseguirse en una sola vida. No es fácil, pero tampoco imposible.
Su máximo logro es poder acabar el desafío de 1.000 días, que seguramente es el desafío físico y mental mas exigente del mundo. Solamente 46 hombres lo han terminado desde 1885.
Para poder finalizarlo se necesitan 7 años de un entrenamiento inhumano. La tradición del Sennichi-Kaiho-Gyo,comenzó en el año 831 DC con un monje llamado So-o.
Los tres primeros años empiezan con un "entrenamiento básico", durante el cual corren 40 km al día durante 100 días consecutivos. En el cuarto y quinto año realizan 40 km cada día durante 200 días consecutivos. Esto es más o menos una maratón completa, diaria durante más de seis meses.
Los dos años finales del desafío de 1000 días son aún más desalentadores. En el sexto año recorren 60 km cada día durante 100 días consecutivos y en el séptimo año andan 84 km cada día, 100 días consecutivos. Éste es el equivalente de correr dos maratones diarios durante 100 días.
El monje corre en sandalias de paja y durante los primeros años sin calcetines. Deben hacer una dieta vegetariana a base de sopa de tofu y miso. Alrededor de su cintura, llevan una correa de cuerda y un cuchillo para recordar que deben terminar el peregrinaje de siete años y con el que quitarse la vida si no son capaces de terminar su práctica.
Después del día 700 o del desafió, el monje realiza un periodo de nueve días, conocido como el doiri, en el cual él debe abstenerse de alimento, agua y de dormir, mientras que se sienta verticalmente y recita constantemente cantos budistas.
Dos monjes permanecen al lado de él asegurando no se duerma. El propósito del doiri es poner al monje cara a cara con la muerte.
Estos budas del running pasan cerca de 17 horas al día en el camino hacia la iluminación. Sus jornadas, literalmente maratonianas, les impiden descansar más de 2 ó 3 horas cada noche, ya que empiezan su peregrinaje poco después de las 12 de la noche. Por eso han aprendido a descansar las partes de su cuerpo mientras caminan.
"Los monjes armonizan sus pasos con el ritmo del mantra del Fudo Myoo, que recitan continuamente. Y mantienen una profunda respiración abdominal. Un monje experimentado fluye de forma natural y mantienen la misma velocidad en las subidas y en los descensos", explica John Stevens, maestro de aikido y autor del libro "The marathon monks of Mount Hiei".
"Y aunque parece que caminan", añade, "si vas a su lado te das cuenta de que se mueven muy rápido. Ha habido runners occidentales que han intentado entrenar con ellos, y como mucho, aguantan una semana. No pueden seguir su ritmo diario durante más jornadas".
En septiembre de 2003 termino el desafío con 44 años Genshin Fujinami (El de la fotografía). El primero en realizarlo tras nueve años, y el duodécimo desde la Segunda Guerra Mundial. Cuando concluyó él había recorrido unos 40.000 km a pie, la distancia que mide una vuelta alrededor del ecuador terrestre.
El 21 de octubre de 2015 el monje Kogen Kamahori completo el peregrinaje, tras los agotadores días del ritual del doiri, nueve días, sin comer, beber ni dormir. 9 días durante los cuales los monjes deben recitar 100.000 veces el mantra Fudō Myō-ō.
Yusai Sakai un expiloto kamikaze convertido en monje de la escuela budista Tendai lo realizó en dos ocasiones. Su primer Sennichi Kaihogyo fue en 1980 y seis meses después empezó el segundo terminando en 1987, a los 60 años.
Después del día 700 o del desafió, el monje realiza un periodo de nueve días, conocido como el doiri, en el cual él debe abstenerse de alimento, agua y de dormir, mientras que se sienta verticalmente y recita constantemente cantos budistas.
Dos monjes permanecen al lado de él asegurando no se duerma. El propósito del doiri es poner al monje cara a cara con la muerte.
Estos budas del running pasan cerca de 17 horas al día en el camino hacia la iluminación. Sus jornadas, literalmente maratonianas, les impiden descansar más de 2 ó 3 horas cada noche, ya que empiezan su peregrinaje poco después de las 12 de la noche. Por eso han aprendido a descansar las partes de su cuerpo mientras caminan.
"Los monjes armonizan sus pasos con el ritmo del mantra del Fudo Myoo, que recitan continuamente. Y mantienen una profunda respiración abdominal. Un monje experimentado fluye de forma natural y mantienen la misma velocidad en las subidas y en los descensos", explica John Stevens, maestro de aikido y autor del libro "The marathon monks of Mount Hiei".
"Y aunque parece que caminan", añade, "si vas a su lado te das cuenta de que se mueven muy rápido. Ha habido runners occidentales que han intentado entrenar con ellos, y como mucho, aguantan una semana. No pueden seguir su ritmo diario durante más jornadas".
En septiembre de 2003 termino el desafío con 44 años Genshin Fujinami (El de la fotografía). El primero en realizarlo tras nueve años, y el duodécimo desde la Segunda Guerra Mundial. Cuando concluyó él había recorrido unos 40.000 km a pie, la distancia que mide una vuelta alrededor del ecuador terrestre.
El 21 de octubre de 2015 el monje Kogen Kamahori completo el peregrinaje, tras los agotadores días del ritual del doiri, nueve días, sin comer, beber ni dormir. 9 días durante los cuales los monjes deben recitar 100.000 veces el mantra Fudō Myō-ō.
Yusai Sakai un expiloto kamikaze convertido en monje de la escuela budista Tendai lo realizó en dos ocasiones. Su primer Sennichi Kaihogyo fue en 1980 y seis meses después empezó el segundo terminando en 1987, a los 60 años.
1 comentario:
Estimado
Interesantísima nota... sólo un par de acotaciones.
En el artículo que mencionas:
http://www.kyoto-np.co.jp/kp/topics/eng/2003sep/09-18.html
Señala que es el DOCEAVO (twelfth) en completar la maratón luego de la 2° Guerra Mundial.
Además no realizó el peregrinaje en una sola etapa sino con una "pausa" de algunos años entre peregrinaciones.
De cualquier forma aprendí algo nuevo hoy
Muchas Gracias
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