22 de noviembre de 2008

Historia del Alirón

En 1876, con el final de la guerra carlista y la cancelación de las aduanas las empresas inglesas llegaron a la costa vizcaína, docenas de compañías invirtieron millones y millones, emplearon a 12.000 obreros y llegaron a producir 6,5 millones de toneladas anuales de hierro (la décima parte de la producción mundial).

Fue una época frenética, un hervidero humano que desfiguró el paisaje: destruyeron montañas, desviaron ríos, abrieron balsas gigantescas, instalaron hornos de calcinación, tendieron tranvías aéreos para bajar el hierro en baldes hasta los cargaderos del puerto, construyeron planos inclinados para las vagonetas, trazaron la red ferroviaria más densa de Europa.

En los años 50 se descubrió debajo de Gallarta un pueblo cercano a Bilbao un inmenso yacimiento de hierro y empezaron a comerse el pueblo a golpe de dinamita.

No era una aldea, tenía siete mil habitantes, el frontón más grande del País Vasco con 16 números, iglesia, ayuntamiento, varios colegios. En esa época empezaron a trasladar a las familias a otras casas que construyeron más allá, en el Gallarta nuevo, pero algunos seguían en el pueblo viejo. Al borde de la mina y aquello era terrible, todo el día con explosiones y el polvo.

Formación del Athletic Club con la Copa del Rey de 1903 (derecha) y la Copa de la Coronación (izquierda).
Las dimensiones de aquella mina al aire libre, bautizada como Concha II, resultan espeluznantes. El borde del socavón está a unos 200 metros de altitud; el fondo, 17 metros bajo el nivel del mar. Todavía más abajo, mucho más abajo, se despliega una impresionante red de galerías: cincuenta kilómetros de pasadizos subterráneos que alcanzan los 205 metros bajo el nivel del mar. Y dentro de ese laberinto existen sesenta cámaras de veinticinco metros de alto por cien de ancho: suficiente para albergar la catedral de Burgos en cada una de ellas. Fue el mejor criadero de hierro de Europa.


En esas mismas fechas, entre los ingleses y los trabajadores de las minas vizcaínas, un deporte causaba furor: el fútbol. La pelota rodaba en las campas de Bilbao y pronto se constituyeron los primero clubes de fútbol que se desafiaban con la atenta mirada de un público que abarrotaba los recintos deportivos.

Si el mineral extraído contenía mucho hierro, los mineros cobraban paga extra. Por eso esperaban en las puertas del laboratorio, donde se analizaban químicamente los pedruscos. Y si había buenas noticias, se extendían por toda la mina con un grito triunfal: ¡Alirón! ¡Alirón!. Eran las palabras que los químicos británicos habían escrito con una tiza en el mineral: All iron. ¡Todo hierro!.




El primer cántico adoptado como himno (no oficial) del Athlétic Club fue el "Alirón". Hoy se canta por todo el mundo como grito de millones de aficionados.



Son los niños de Lwiro, en Congo, cantando el himno del Athlétic de Bilbao en euskera . Este equipo donó material deportivo a estos chavales a través de la ONG Coopera, Carmen Vidal, una de las componentes de Coopera que trabaja en la zona, les enseñó el himno que ahora mismo está revolucionando a todos los seguidores del equipo rojiblanco.
La grabación acaba con los niños agradeciendo al Athletic su gesto en euskera: "muchas gracias y felicidades. ¡Ahora y siempre, Athletic!"

Y es que la grandeza de un club no se mide por sus resultados.

Tú también puedes ayudarles ahora.

Hoy el alirón se ha popularizado y cuando un equipo de fútbol gana un título se dice que “entona el aliron”. Es cierto que la historia de esta expresión de júbilo tiene otras interpretaciones. Para la Real Academia Española el término tiene sus orígenes en la palabra de origen árabe allí´lán, que viene a significar algo así como “proclamación”. Siempre hay para todos los gustos...

Vía 1, 2, 3, 4 y 5

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3 comentarios:

matutino dijo...

fantástica entrada! me ha gustado mucho cómo lo has relatado y la historia en sí. Eso sí, prefiero tu explicación del origen de la expresión que la de la RAE.

Bueno, y ya que soy de los pocos que comentan en tu blog (no sé por qué), pásate tú por el mío y comenta también en alguna entrada que te guste... aunque las tuyas suelan ser más interesantes ;)
Soplan los VientosPolares...

matutino dijo...

oye, te quería preguntar una cosa..:
¿cuál es el sistema para añadir lo de menéame al final del artículo? supongo que es algo sencillo, pero el otro día estuve investigando y no llegue a dar con el método... ;)

Charlyté dijo...

Estupendo artículo. ¡Hay tantas expresiones de las que desconoces su origen...! Cuando cante el próximo alirón (espero que sea muy pronto), me acordaré de tí.
Un saludo
Carlos