Una chica con el Naughtibod, un vibrador que se 'mueve' al ritmo de la música del iPod o de otro reproductor MP3.
Como otras filias menos conocidas, la melolagnia es un fetichismo sexual del que se ha hablado a lo largo de la historia. Shakespeare por ejemplo escribe en el primer acto de su obra 'Noche de reyes', como Orsino, Duque de Iliria sufre de esta inusual atracción sexual:
Si la música es el alimento del amor,
¡toquen! Denme de ella en exceso, pues saciándome
quizá se hastíe mi deseo y muera.
¡La melodía otra vez! Su cadencia se apaga.
Ah, llegó hasta mi oído como el dulce son
que al soplar sobre un campo de violetas
roba y trae su olor. ¡Basta, no más!
Ya no es tan dulce como antes.
¡toquen! Denme de ella en exceso, pues saciándome
quizá se hastíe mi deseo y muera.
¡La melodía otra vez! Su cadencia se apaga.
Ah, llegó hasta mi oído como el dulce son
que al soplar sobre un campo de violetas
roba y trae su olor. ¡Basta, no más!
Ya no es tan dulce como antes.
Sirva este espectacular y
Yo también sufro Melolagnia en facebook.
Si te ha gustado puedes votar la entrada en menéame y en bitácoras.
Entradas relacionadas:
Fornifilia, muebles humanos
Historia de las orgías
La Historia de O
Anatomía del sexo
10 cosas que no sabías del orgasmo
La historia de Aristóteles y Filis, el filósofo que se dejaba cabalgar
Tarantino y su fetichismo por los pies
5 comentarios:
Buenísimo el post !
Plas, plas, plas...
¡No dejas de sorprenderme Elzo!
¡¡Yo también tengo melolagnia!!
yo tengo algunos atros videos, quiza alguno os pueda exitar, jajajaja: http://tarrazu.wordpress.com/2010/09/25/pequeno-repaso-por-algunos-videos-del-metal/
Aaa Ahora me entiendo Jajajaja
Publicar un comentario