Siendo un escolar, el kurioso cabovolo partió desde una aldea irreductible, cruzo fronteras atravesando meridianos. Y tras visitar al estilo mailkelnai, 101 lugares increíbles, vio fogonazos y soñó con ovejas eléctricas. Acabo sus días, feliz contando historias con historia.
No están todos los que son, ni son todos los que están.
3 comentarios:
Jejejejejejeje. Muy bueno.
Saludos fronterizos.
Muy bueno! Me has recordado un bertsolari, de esos que improvisan un verso con las palabras que les dice el público.
Por cierto muy chulo el nuevo logo, lo he descubierto al conectarme a comentar, aunque el otro también era chulo, pero este tiene un toque más....
Saludos y merci!
Jajajaja. A las ovejas nos ha encantado.
Muchas gracias y un afectuoso saludo :)
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