Usando la conductividad de los huesos han creado un curiosísimo sistema que te permitirá escuchar el sonido de los ataques aéreos en aquella época y viajar en el tiempo. El proyecto denominado Touched Echo ha sido realizado por el artista alemán Markus Kison.
Los visitantes son llevados a la terrible noche del ataque aéreo del 13 de febrero de 1945. Mientras se apoyan sobre la barandilla, el sonido de aviones y explosiones es transmitido, a través de los huesos de los brazos directamente al oído interior. Por supuesto, no podrá escucharlo nadie que no se ponga en la postura mencionada.
Una curiosa forma de dar a conocer la historia, sencilla pero increíble.
La postura recuerda a la que tuvieron que adoptar las personas para protegerse del ruido de las bombas de uno de los mayores bombardeos de la Segunda Guerra Mundial .
1 comentario:
por desgracia,hay que decir que es increible....
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