Los violentos altercados que tuvieron lugar en Lhasa el pasado 14 de marzo, y que desencadenaron una serie de protestas en todo el territorio tibetano que todavía continúan, fueron incitados por el Ejército de Liberación Popular (EPL, Ejército de la República Popular China), con el propósito de tener una excusa para endurecer la represión contra los tibetanos, según el servicio de espionaje británico.
Las conclusiones del GCHQ, la agencia gubernamental de comunicaciones británica, coinciden así con las denuncias en este sentido pronunciadas por el Dalai Lama.
Según recoge hoy el diario 'Epoch Times', el servicio británico desplazó los satélites con que cuenta para seguir de cerca la situación, y las imágenes captadas confirman que China, y en concreto su ejército, utilizó alborotadores para iniciar los disturbios.
Aparentemente, lo que el Gobierno no se esperaba es que las manifestaciones se extendieran a muchas otras localidades, no sólo en la región autónoma de Tíbet sino también en provincias con importantes comunidades de tibetanos como Sichuan, Qinghai y Gansu.
Las conclusiones del GCHQ, la agencia gubernamental de comunicaciones británica, coinciden así con las denuncias en este sentido pronunciadas por el Dalai Lama.
Según recoge hoy el diario 'Epoch Times', el servicio británico desplazó los satélites con que cuenta para seguir de cerca la situación, y las imágenes captadas confirman que China, y en concreto su ejército, utilizó alborotadores para iniciar los disturbios.
Aparentemente, lo que el Gobierno no se esperaba es que las manifestaciones se extendieran a muchas otras localidades, no sólo en la región autónoma de Tíbet sino también en provincias con importantes comunidades de tibetanos como Sichuan, Qinghai y Gansu.
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