Más de la mitad de los Harrier AV-8A terminaron estrellándose. La principal razón es que su sistema era de control mecánico.
En la versión siguiente, el AV-8B el control pasó a ser digital y ello permitió tener menos accidentes, aunque sus estadísticas siguen siendo todavía peores que las de otros aviones militares.
Por eso viendo lo que hizo el Capitán William Mahoney del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos resulta todavía más increíble.
Tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia vertical en el portaaviones USS Bataan, después de que su AV-8B Harrier sufriera un fallo en el funcionamiento del tren de aterrizaje delantero. Ayudado por el oficial de señales de aterrizaje (LSO) y con gran pericia estabilizó el Harrier a 20 pies, unos 6 metros sobre una especie de taburete, herramienta que se utiliza para estos casos.
Y aunque no hay manera de entrenar en tierra este tipo de situación, el piloto realizó el aterrizaje vertical en su primer intento. Posando el morro del avión sobre el taburete.
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