Turistas a bordo del catamarán de Dolphin Safari, empresa dedicada al avistamiento de cetáceos en la costa de California, tuvieron en marzo del año pasado, un encuentro inesperado y desgarrador con un grupo de delfines mulares o de nariz de botella. Todos pudieron observar una extraña conducta, uno de los delfines llevaba sobre su aleta dorsal una cría muerta.
Dave Anderson el capitán del velero, con casi veinte años de experiencia en el avistamiento de delfines y ballenas dijo que "Nunca había visto algo parecido. Ni había tenido la oportunidad de ver algo tan conmovedor como esta madre que rehúsa a abandonar a su cachorro."
Por la imágenes se puede deducir que la cría podría llevar muerta varios días o semanas, pero la madre seguía transportándola sobre su espalda. Manteniéndolo cerca de la superficie para que el pequeño delfín pudiera respirar. Normalmente los delfines no nadan con sus aletas dorsales fuera del agua de modo continuo, como lo hacía este.
Como si de un funeral se tratara, la pareja era acompañado por el resto del grupo en un triste cortejo. Una hora más tarde el delfín fue visto por otro barco todavía con la cría a cuestas.
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