Hasta el siglo XIX, la repentina desaparición anual de todas las cigüeñas a finales de agosto, era un misterio para los observadores de aves. En su época Aristóteles, creía que las cigüeñas entraban en hibernación como el resto de las aves que desaparecían, quizás en el fondo del mar o bajo las aguas de profundos lagos. Teoría que también mantuvieron naturalistas como Carlos Linneo y Gilbert White.
Incluso que se convertían en ratones que permanecían ocultos en chimeneas hasta la primavera. Y en un alarde de imaginación en un ensayo del año 1703 titulado: "¿De dónde vienen la cigüeña, la tórtola, la grulla y la golondrina?, cuando conocer y observar el tiempo señalado de su venida", se argumentaba que las aves volaban a la luna a pasar el invierno.
"Rostocker Pfeilstorch", espécimen disecado que se puede ver en la Universidad de Rostock. |
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1 comentario:
La cigüeña es un ave que tiene una historia muy fascinante. Tengo un amigo que ha dedicado muchos años de su vida al estudio de ella. Aquí cerca de mi pueblo se encontró la cigüeña negra, un ejemplar muy raro.
Un caro saluto, a presto!
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