En ese instante la multitud loca de alegría estalla en aplausos y gritos, para acabar invadiendo la pista, como en un Harlem Shake con pelotas de baloncesto. Al final cuando la cosa esta mas tranquila todo el pabellón canta el conocido villancico Noche de Paz.
Entradas relacionadas en Meridianos:
El grito Flogsta
Hadaka Matsuri (裸祭り) el festival del hombre desnudo
Miles de personas enseñando el culo (Mooning Amtrak)
Antogo, la pesca sagrada del pueblo Dogón
Uno de los finales más increíbles en la historia del fútbol americano universitario
No hay comentarios:
Publicar un comentario