7 de junio de 2012

BOOK, el definitivo dispositivo de lectura

Te presento el nuevo dispositivo de conocimiento bióptico organizado de nombre comercial BOOK. Un producto revolucionario que ya adivino Isaac Asimov en el ensayo "Lo antiguo y lo definitivo" del libro: "El secreto del Universo". Y es que este escritor y bioquímico, autor de grandes obras de ciencia ficción, historia y divulgación científica fue capaz de adivinar también lo que hoy es Internet.


Aquí puedes leer la descripción de tan singular dispositivo que hizo Asimov :
"Por tanto, podemos imaginarnos una cinta que fuera completamente transportable y autónoma. Seria necesario emplear energía en su fabricación, pero no en su utilización, y tampoco sería necesario un equipo especial para su uso posterior. No sería necesario enchufarla en la pared ni cambiarle las pilas, y podría ser transportada para ser vista en el lugar en que cada uno encontrara más cómodo: en la cama, en el cuarto de baño, en un árbol o en el ático. 
Una cinta de video de estas características produce sonidos, como es natural, y también desprende luz. Evidentemente su usuario debe recibir con claridad las imágenes y el sonido, pero sería un inconveniente que molestara a otras personas que posiblemente no estarían interesadas en su contenido. Idealmente, esta cinta autónoma y transportable sólo tendría que ser vista y oída por el usuario.
Por muy sofisticadas que sean las cintas existentes en la actualidad en el mercado o previstas para un futuro próximo, siempre tienen necesidad de controles. Tiene que haber una palanca o un interruptor para encenderlas y apagarlas, y otros para controlar el color, el volumen, el brillo, el contraste y todas esas cosas. Mi idea es que esos controles pudieran ser manejados, en la medida de lo posible, por la voluntad. 
Me imagino una cinta que deje de correr en el momento en que se aparte la mirada. Permanece parada hasta que se le vuelve a prestar atención, momento en el cual vuelve a ponerse en marcha inmediatamente. Me imagino una cinta que corre más deprisa o más despacio, hacia adelante o hacia atrás, a saltos o con repeticiones, dependiendo únicamente de la voluntad del usuario. 
Admitirán ustedes que una cinta de estas características constituye un perfecto sueño futurista: autónoma, transportable, sin consumo de energía, absolutamente privada y controlada en gran medida por la voluntad. 
Ah, pero soñar no cuesta nada, así que seamos prácticos. ¿Es posible la existencia de una cinta así? Mi respuesta es: si, naturalmente. 
La siguiente pregunta es: ¿cuántos años habrá que esperar antes de conseguir una cinta tan increíblemente perfecta? 
También tengo respuesta para eso, y una respuesta bastante concreta. La conseguiremos dentro de menos de cinco mil años, porque lo que acabo de describir (como es posible que hayan adivinado), ¡es el libro!."

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2 comentarios:

Jesús dijo...

Pues me he cansado de dirigir miradas a todos los libros que he probado, y ninguno de ellos ha conseguido abrirse por el punto en el que estaba. ¿Serán defectuosos?

Gherrilheira dijo...

Yo siempre uso la luz que desprenden mis libros para iluminarme por la noche, y así ahorro en la factura de la luz ¬¬