“En el centro pasé días atada a una silla, con mordaza; sin ella se me caía la baba. Tenía el cuello doblado y la cabeza caída. También estuve en la celda de aislamiento atada a la cama donde además me pinchaban y pasaba al menos 3 días con los ojos vueltos”
Castigos, aislamientos, abuso psiquiátrico, medicación forzada, tortura y malos tratos ... Amnistía Internacional ha documentado en su nuevo informe (Leer PDF) "Si vuelvo, ¡me mato!" graves violaciones a los derechos humanos de niños en centros terapéuticos bajo responsabilidad de la Administración.
Como Lisbeth Salander la protagonista de la trilogía Millennium, miles de niños y niñas en situación de desamparo, ingresan en centros estatales y autonómicos y a pesar de que no han cometido ningún delito, algunos de estos menores son privados de libertad sin orden judicial, malos tratos y aislamiento en celdas. En ocasiones, se les ata y amordaza.
En estos centros, se vulneran su derechos a la salud con tratamientos médicos sin diagnóstico, administrados sin la debida diligencia, sin información y sin su consentimiento, e incluso mediante medicación forzosa con fines sancionadores.
El estado y las diferentes administraciones reconocen desconocer cuantos menores hay bajo su protección. Su invisibilidad, la falta de controles y la poca atención brindada a estos niños y niñas ha conducido al olvido y negación de las violaciones de sus derechos, facilitando la impunidad.
Vía Amnistía Internacional y rtve
Castigos, aislamientos, abuso psiquiátrico, medicación forzada, tortura y malos tratos ... Amnistía Internacional ha documentado en su nuevo informe (Leer PDF) "Si vuelvo, ¡me mato!" graves violaciones a los derechos humanos de niños en centros terapéuticos bajo responsabilidad de la Administración.
Como Lisbeth Salander la protagonista de la trilogía Millennium, miles de niños y niñas en situación de desamparo, ingresan en centros estatales y autonómicos y a pesar de que no han cometido ningún delito, algunos de estos menores son privados de libertad sin orden judicial, malos tratos y aislamiento en celdas. En ocasiones, se les ata y amordaza.
En estos centros, se vulneran su derechos a la salud con tratamientos médicos sin diagnóstico, administrados sin la debida diligencia, sin información y sin su consentimiento, e incluso mediante medicación forzosa con fines sancionadores.
El estado y las diferentes administraciones reconocen desconocer cuantos menores hay bajo su protección. Su invisibilidad, la falta de controles y la poca atención brindada a estos niños y niñas ha conducido al olvido y negación de las violaciones de sus derechos, facilitando la impunidad.
Vía Amnistía Internacional y rtve
2 comentarios:
Joder, Elzo, que es lunes por la mañana!! Y ya me has dejado mal cuerpo para toda la semana!!
Hay que ver, este mundo cada vez apesta más!! Es el olor a podrido que desprende nuestra civilización... (oye, tengo que apuntar esta frase, que ha quedado "mu pofesional", eh??)
Un abrazaco!!
Pocas cosas se puden decir ante este horror oculto.
Solo queda gritar y vocear este escandalo que deberia avergonzar a mas de uno.
Salu2 Suso otro abrazaco para ti
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