Una de las frutas mas consumida del mundo. Del sánscrito narang, deriva a su vez del tamil nari, "fragancia". Suele tener once gajos llenos de jugo, y un sabor que nos evoca la infancia. Consumida por los patricios romanos, eran traídas a sus mesas desde la lejana Palestina. Cultivadas en Cartago, pasaron al Sur de Italia y Sicilia y posteriormente, a la Península Ibérica.
(Foto silkegb)
Sin embargo, no es hasta la época de los grandes descubrimientos marítimos en los siglos XVI y XVII cuando las naranjas adquieren su merecida fama como fuente inigualable de vitamina C o antiescorbútica, lo que provoca la expansión de su cultivo.
(Foto Nekostudio)
A su llegada a América, primero al caribe, paso a Florida y, posteriormente de la mano de los misioneros, al Lejano Oeste, a California, donde la fiebre del oro provocaba una pandemia de malnutrición entre los mineros (alcoholismo, alimentos enlatados, carencia de frutas y verduras). Algunos aprovecharon la coyuntura y vendían el zumo de naranja a precio de oro, nunca mejor dicho: por una dosis se llegaba a pagar una lata de sardinas llena de oro.
(Fotografía Museo del Holocausto.)
El 4 de mayo de 1944 dos mujeres supervivientes del campo de concentración Wöbbelin, miran como si fuera el mas exquisito manjar, una naranja, regalada por un soldado americano. En este "pequeño" campo de exterminio, no había cámaras de gas, ni crematorios, a sus mas de 4000 prisioneros simplemente se les dejaba morir de hambre. Obligados a vivir como animales, había muy poca comida y agua, por lo que algunos presos recurrieron al canibalismo.
Una chica escribe sus señas en una naranja durante el festival Chap Goh Mei en Kuala Lumpur. El Chap Goh Mei es el ultimo día final del Año Nuevo chino, también conocido como el día de San Valentín oriental. Las jóvenes creen que lanzando las naranjas al mar o a un lago, encontraran un buen marido.
El pelador ingles de naranjas, (British Orange Peeler). Un peculiar personaje británico que se dedicaba a mostrar sus habilidades en el arte de pelar esta fruta cítrica.
(Foto Spencer Jarvis)
Los cinco semillas de naranja, es un relato escrito por Sir Arthur Conan Doyle donde cuenta una de las aventuras de su famoso detective Sherlock Holmes. La historia comienza durante una tormenta que azota Londres. El joven John Openshaw, llega a Baker Street atemorizado por haber recibido cinco pepitas de naranja, en un sobre con las iniciales KKK. También su padre y su tío habían recibido un envío similar, días antes de que ambos perecieran víctimas de lo que, para la policía, parecían accidentes fortuitos. Basándose en el relato del joven, Holmes sospecha que detrás de las siglas KKK se encuentra el Ku Klux Klan.....
(La historia completa en PDF.)
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1 comentario:
Uhmmm, se me hace la boca agua, voy a tomarme un zumito...
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