12 de noviembre de 2007

The Sultan’s Elephant (El elefante del Sultan)


“Cuenta la Historia que por 1900 había un sultán que cada noche soñaba con una niña de madera. En sus sueños, la niña le decía que si conseguía construir una maquina del tiempo podría conocerla, y el sultán obsesionado con tan fascinante aventura ofreció todo el oro que poseía a quien lograra construirle dicha maquina.

Un día llego a palacio un ingeniero que decía poder hacer realidad los sueños del sultán y se puso manos a la obra. Aseguraba poder convertir un elefante en una maquina del tiempo haciéndole comer tuercas y engranajes durante una temporada, pero los elefantes acaban convirtiéndose en estatuas de metal que adornaban los jardines de palacio.


Tras innumerables intentos que acabaron en fracaso el sultán empezaba a perder la paciencia y amenazaba al ingeniero con cortarle la cabeza si no cumplía su promesa. El ingeniero se desesperaba. Viajo a las montañas mas recónditas de la india en busca de un elefante centenario, convencido de que el problema era que los elefantes comunes no eran lo bastante resistentes para soportar la dieta.



Esta vez decido ponerle ruedas y cuerdas que le ayudaran a sostenerse, construyo un palacete diminuto en su lomo e invito al sultán a que probara su obra.
Ante el asombro de todo el pueblo en elefante, que se había convertido en una enorme mole de metal, le levanto y comenzó a caminar con el sultán presidiendo su lomo, y una semana después emprendió un viaje a través de las nubes en busca de su adorada niña de madera.”





La compañia de teatro Royal Deluxe organizó para el centenario de la muerte de Julio Verne este impresionante espectaculo The Sultan’s Elephant que se celebró en Londes y en otras ciudades europeas.




Por supuesto, alrededor del espectáculo la “Agencia de Viajes Virtuales Flickr” con miles de usuarios capturando recuerdos compulsivamente. Pasen y sírvanse todos los recuerdos que quieran. ¡Son gratis!

Flickr Tag: sultanselephant.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es lo mas impresionante, gracias por compartir esa historia

Anónimo dijo...

de hecho me cautivo en lo mas profundo del ser, muchos dicen que las maquinas no tienen ni deflejan alma, eh aqui una exepcion!...genial