Un descubrimiento casual que parecía pertenecer a otro época. Y es que un aventurero encuentre en el siglo XXI, durante una excursión una de las mayores maravillas naturales del mundo que había estado oculta durante años, parecía una historia imposible de creer.
Un hallazgo que no fue en zonas inexploradas de la Antártida, ni los en rincones más olvidados del Congo, ni en las montañas inaccesibles de Papúa Nueva Guinea. Fue apenas a 26 kilómetros de Chachapoyas, una ciudad centenaria de 35.000 personas.
Y todo gracias a Ziemendorff que logro vencer las reticencias de los lugareños para localizar la que es una de las cataratas más altas del mundo.
Protegida por la leyenda de una bella sirena rubia, que vivía en sus aguas y que maldecía a todo aquél que osara aproximarse a una vasija de oro que guardaba con la ayuda de una serpiente gigante. Los lugareños no se arriesgaban a acercarse a esta impresionante caída de agua de 771 metros.
En la actualidad "La Chorrera" junto a la fortaleza prehispánica de Kuélap son un gran atractivo turístico de la región que ha cambiado la vida de todos los agricultores de la zona.
Fuentes: DenverPost.com: Peru waterfall brings a torrent of emotions
BBC Mundo: Hallan colosal catarata en Perú
El País: La gigantesca cascada secreta de la sirena y la serpiente
The Seattle Times: Peru's waterfall in the sky - now that's worth a hike
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1 comentario:
Volada me he quedado después de ver tu entrada. Hace algunos años pasé una semana conociendo Chachapoyas. Estuve en Kuelap, en las cuevas, en los túmulos funerarios, en todas partes. Pero de esto no tenía ni idea...
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