La población de Dinamarca es de unos 5 millones de personas de ellas 200.000 han tenido o tendrán problemas con el alcohol. En Copenhage existe una clínica de reposo llamada E-huset, para los alcohólicos apartados y desahuciados por la sociedad.
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Peter está en su habitación jugando con Toddy su amigo invisible. Así lo llama cuando se ha bebido una botella de ron. |
39 personas de entre 45 y 80 años viven en E-huset. Todos son altamente adictos al alcohol y ya no pelean por dejarlo. Han recorrido diferentes caminos en la vida, y cada uno tiene una historia increíble. El personal de E-huset trata de dar a los residentes durante su estancia, amor y máximos cuidados posibles.
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A Leif dos cuidadores le han puesto en la cama para pasar la noche. A Leif le han amputado las piernas y ahora va en silla de ruedas. |
El alcohol se encuentra en cada esquina de E-huset. El personal administra a los residentes su dinero para que no se lo gasten en "fiestas particulares". Es importante que los residentes tengan su "dosis" diaria de alcohol.
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Jan se toma su baño... pero no se olvida de su cerveza. |
A las 9.15 cada mañana se reparte a la mayoría de los residentes entre 6 y 20 €. Cuando han recibido su dinero, van a la tienda local y llenan bolsas con cerveza, vino y quizá alguna botella de licor.
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Una larga vida con el alcohol deja sus marcas en cualquier persona. |
Muchos se juntan para tomar en la sala común su ración diaria de 10 a 30 botellas de cerveza.
También, van a la piscina, miran películas en la pantalla gigante de TV, o simplemente beben su cerveza junto con los otros residentes.
En muchas cosas la sala se asemeja a un bar, el último bar. Hay felicidad, discusiones, amor y odio.
Rosa trabajadora del último bar dice:
"Pertenecemos a la clase social más baja de la sociedad. Los miembros del personal son buenos... Y solo los niños y los borrachos dicen la verdad ".
Traducido de
The Last Inn . Fotografías de
Casper Dalhoff
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