Volar podrá ser la forma de transporte más segura, pero eso no evita que una parte de los tres millones de pasajeros que diariamente abordan un avión sientan aprensión o hasta miedo ante la posibilidad de un accidente aéreo.
Sin embargo, ahora más que nunca, es posible sobrevivir a este tipo de siniestros.
La mayoría cree que no hay nada que hacer ante un accidente aéreo. Pero la realidad muestra que no es así. Solamente en Estados Unidos entre 1983 y 2000 ocurrieron 568 accidentes de ese tipo y de las 53.487 personas involucradas, 51.207 sobrevivieron.
Los avances científicos y tecnológicos implican que ahora haya sobrevivientes en más del 90% de los accidentes de aviones:
Cómo sobrevivir un accidente aéreo
Consejos prácticos en caso de accidente aéreo
Anteriormente en Meridianos:
Sobrevivir a un accidente aéreo
¿Cuáles son los asientos más seguros en un avión?
Web con el archivo de todos los accidentes aéreos desde 1920: http://www.planecrashinfo.com/El vídeo de un superviviente grabado con su móvil
Uno de los últimos accidentes donde hubo 39 supervivientes fue en Phuket (Tailandia), viajaban 123 pasajeros y siete tripulantes en el vuelo. El avión se salió de la pista tras aterrizar en medio de una fuerte lluvia y se partió en dos tras chocar con unos árboles.
Uno de los supervivientes , justo segundos después del accidente aéreo, empezó a grabar con su movil unas imágenes impactantes, donde se muestra el desconcierto y el horror:
Aquí :Vídeo que explica como se produjo el accidente
Kiko, el único superviviente.
Francisco Manuel González Pérez, único superviviente de un accidente de avión en Angola.
El joven gallego viajaba de regreso a Angola, donde dirige una explotación pesquera familiar que emplea a más de 100 lugareños en la captura y transformación de pescado.
Decidió coger un avión el viernes por motivos de trabajo, pero la falta de billetes motivó un aplazamiento del vuelo hasta el día siguiente. Era sábado, y el azar guardaba para él una mala pasada. A pesar de ello, la suerte se puso de su lado: Kiko, como le conocen en casa, se sentó en la última plaza de una avioneta que contaba con 15 asientos para pasajeros y dos para los pilotos.
El padre está convencido de que la estatura del joven, dos metros, es la que le llevó hasta la última fila de asientos del avión. «Se sentó justo en el medio para poder estirar las piernas», dice.
La niebla y una depresión hicieron que la avioneta descendiera bruscamente 50 metros, lo que provocó que el choque de la aeronave contra una montaña. «El asiento de Francisco salió despedido hacia la cabina del piloto, que quedó suspendida al borde de un barranco, mientras el fuselaje y el resto de los ocupantes cayeron a una profundidad de 200 metros».
«Me salvaron las ganas de vivir»
«Tenía el fémur roto, cogió un sedante y se lo inyectó en el cuello»
No hay comentarios:
Publicar un comentario