Impresionante historia la de Simo Häyhä, un francotirador finlandés, apodado Belaya Smert «La Muerte Blanca» (ya sólo el nombre acojona) por sus enemigos soviéticos.
Actuando a temperaturas que oscilaban entre los veinte y los cuarenta grados centígrados bajo cero, y vestido completamente de camuflaje blanco, Häyhä abatió a más de 505 soldados enemigos, aunque datos extraoficiales elevan esta cifra a 542.Cuando llegó a los 700 (200 con metralleta) recibió su primera bala, pero sobrevivió.
Simo Häyhä, el mejor francotirador de la historia, tras la explosión de la bala que le deformó la cara y tras la guerra.
Häyhä utilizaba una variante finesa del fusil soviético Mosin-Nagant, el rifle M28 Pystykorva. Simo prefería no usar mira telescópica para no aumentar el tamaño del blanco que ofrecía al enemigo durante los combates, y porque con frecuencia, los francotiradores eran delatados por el reflejo del sol en las lentes de estas miras. Además, su corta estatura (1,52m), le fue de gran ayuda a la hora de pasar inadvertido en el combate.
Preguntado en 1998 por cómo llegó a ser tan buen tirador, simplemente contestó que "practicando". Sobre su oneroso record de muertes, decía que "Hice lo que se me ordenó lo mejor que pude". Visto en Microsiervos
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