30 de abril de 2009

La Palmera Sagrada de San Baudelio de Berlanga

"Vi en medio de la tierra un árbol alto sobremanera. Aquel árbol creció y se hizo corpulento. Su cima tocaba en los cielos, y se veía en los confines de toda la tierra. Era de hermosa copa y ramaje, y daba abundantes frutos. De él saldría mantenimiento para todos. Las bestias del campo se cobijaban a su sombra, y en sus ramas podían anidar las aves del cielo". (LIBRO DE DANIEL)

Casi un milenio después de su construcción y pese a que parte de sus magnificas pinturas murales fueron vendidas en 1922 por 65.000 pesetas al anticuario León Levi, por el marchante de arte Gabriel Dereppe. Arrancadas de los muros tres años después, se la sigue conociendo hoy día como la "Capilla Sixtina del arte mozárabe". Las pinturas murales expoliadas de tierras sorianas se conservan actualmente en diversos museos estadounidenses, y en el madrileño de El Prado.
Elefante portando un castillo. (Click para ampliar)
Enclavada en una ladera, humilde, sobria, con tan sólo una estrechísima ventana y dos puertas como unica decoración exterior, la ermita de San Baudelio saluda a los visitantes desde hace casi diez siglos.

La pilastra central se abre en ocho fuertes nervaduras. Arriba queda la linterna. (Click para ampliar)
Sin embargo, esta austeridad exterior guarda un tesoro interior riquísimo, casi exótico. Nada más traspasar el umbral de su puerta en arco de herradura la mirada se va hacia la impresionante y alta pilastra, que se abre en forma de enorme palmera para formar la cúpula. Es como si de repente nos hubiésemos trasladado al Próximo Oriente.

Reconstrucción virtual del interior de la ermita de San Baudelio.
Justo en el centro del edificio, su gran originalidad arquitectónica, una sola pilastra cilíndrica robusta y alta, que se abre como una inmensa palmera irradiando ocho fuertes nervios que sostienen todo la cubierta. Los ojos del visitante se clavan atónitos en la sorprendente palmera porque probablemente nunca habían visto un edificio apoyado en un 'árbol de piedra'.


En otras podemos observar grabados que contienen numerosos símbolos mágico-esotéricos, velados para los ojos de los iniciados: un ibis, ave objeto de culto desde la Antigüedad; una cacería de ciervos, símbolo preservador del mal y de regeneración; una cacería de liebres, animal asociado a la fragilidad del alma; un elefante, símbolo de la humildad.


Que porta sobre su dorso un castillo, metáfora de las enfermedades que se han de soportar en la vida terrenal; un oso, animal asociado a la tenebrosidad y al pecado; un dromedario, símbolo de la humildad o de las almas que meditan; un mitológico centauro o una sorprendente figura de un hombre defecando en posición atlante, figura que metafóricamente soporta el peso de la estructura.



Vía 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7

3 comentarios:

bielforner dijo...

vaya lugar especialmente bello. mi próximo destino en vacaciones. Gracias por la entrada

aluk dijo...

Es una maravilla, vi los frescos en el Prado, en un recodo un poco escondido y puedo asegurar que es comparable con los los cuadros de la 1ª planta. El elefante con patitas y cabeza de caballo con trompa no tiene precio.
Genial.

Anónimo dijo...

Hay que aprovechar la exposición de la edades del hombre para ver esta maravilla que es Soria. El placer está asegurado.