A menudo, después de días y días perdidos en la nada, la situación llegaba a ser tan terrorífica que no tenían más remedio que deshacerse de los caballos.
La tripulación arrojaba a los caballos aterrorizados por la borda, y éstos nadaban durante millas detrás de los barcos, antes de comprender – como cuenta Rodrigo Fresán – que todo había terminado y de dejarse arrastrar “por el imán de las profundidades”.
Otra versión de la misma historia, asegura que los marinos se tenían que deshacer de los caballos para conservar las reservas de agua y comida. A veces, cuando la comida escaseaba, se dice que optaban por comérselos.
En cualquier caso, la mayoría de aquellos marinos no dejaban de escuchar los angustiosos relinchos de los caballos durante el resto del viaje y acaso de sus vidas.
El Rey Lagarto, Jim Morrison vocalista de The Doors, en su segundo disco Strange Days, dedica un poema a este tema, Horse Latitudes.
Horse Latitudes
When the still sea conspires an armor
And her sullen and aborted
Currents breed tiny monsters,
True sailing is dead.
Awkward instant
And the first animal is jettisoned,
Legs furiously pumping
Their stiff green gallop,
And head bob up
Poise
Delicate
Pause
Consent
In mute nostril agony
Carefully refined
And sealed over.
Latitud de caballos
Cuando el calmado mar conspira una armadura
Y su decaída y abortada
Corriente cultiva diminutos monstruos
La verdadera navegación esta muerta
Complicado instante
Y el primer animal es arrojado al mar
Piernas furiosamente bombeando
Su rígido verde galope
Y cabeza cortada
Equilibrio
Delicado
Pausa
Consentimiento
En muda fosa nasal agonizante
Cuidadosamente refinada
Y sellada
Via
2 comentarios:
Muy bueno el dato y el poema gracias por ponerlo realmente desconocia de donde salia ese nombre. Gracias otra vez.
precioso el poema, saludos.
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