24 de diciembre de 2015

La tarjeta de Navidad que se convirtió en película

Navidad de 1943 Philip Van Doren Stern, reputado autor de 40 libros sobre la guerra de Secesión, por fin ha terminado el cuento titulado "El regalo más grande", historia navideña que tenía en mente hacia 5 años. Desde que una mañana de febrero de 1938, se despertó inspirado por un sueño.


Stern, terminó su relato de 4.000 palabras, y al ser rechazado por varios editores, decidió imprimir por su cuenta 200 ejemplares y enviárselos a sus amigos a modo de tarjeta navideña, un Christmas de 21 paginas, como regalo de Navidad en diciembre de 1943.

Una de las 200 copias originales de la tarjeta de Navidad que Stern envió a sus amigos en diciembre de 1943
Finalmente una copia, no se sabe como, acabó en manos del productor David Hempstead que trabajaba para uno de los cinco estudios de la época dorada de Hollywood, la compañía RKO.



Cuatro meses después la RKO se interesó por el cuento navideño y le compró a Stern los derechos cinematográficos por 10.000 dólares (alrededor de 124.000 en la actualidad). Finalmente el guión fue vendido por la misma cantidad a la productora de Frank Capra, que a la postre fue el director de la película navideña por excelencia, ¡Qué bello es vivir! (It's a Wonderful Life).

Rótulo inicial del la película !Qué bello es vivir!

Film que se convirtió en un clásico del cine americano, y en la película que más se ha emitido en las televisiones de todo el mundo durante las fechas navideñas.

Main Street el decorado de la calle de Bedford Falls donde transcurre ¡Qué bello es vivir!.

Rodada durante una ola de calor en los inmensos estudios Movie Ranch. Set donde se construyeron en dos meses los enormes decorados que incluían una calle completa con 75 tiendas y edificios, 20 robles, fábricas y zonas residenciales. Toda la nieve era artificial de un nuevo compuesto, que utilizaba agua, jabón en polvo, foamite y azúcar. Gracias a esta técnica la película gano el único premio Óscar de las cinco nominaciones que tenía.

Fotos del rodaje de ¡Qué bello es vivir!. Fotos TIME


Con un presupuesto de 3.7 millones de dólares la cinta no tuvo el éxito esperado y registró una pérdida en taquilla de 525.000 $.

Pero en 1974 gracias a un error administrativo sus derechos de autor expiraron, evitando que el copyright fuera renovado correctamente, por lo que a partir de entonces estuvo disponible de manera gratuita para todo el que la quisiera mostrar en los siguientes 20 años.


Fue así como !Qué bello es vivir! encontró una nueva vida en la televisión y para asombro de los programadores la audiencia creció año tras año, convirtiéndola en un ritual navideño.

Una tradición la de poner esta película en la parrilla navideña que en los últimos años se ha perdido, ya que el copyright se ha prolongado de los 28 a los 95 años, por lo que no volverá estar en el dominio público hasta 2019.

Costumbre que puedes recuperar viendo aquí esta inolvidable historia tan navideña, que la disfrutes:


Sirva esta entrañable historia para felicitaros las fiestas a todos vosotros los lectores de Meridianos. ¡Feliz Navidad!. Que seáis muy felices.

Vía 1, 2, 3, 4, 5, 6, y 7

+info: ¡Qué bello es vivir! comentada por Garci.

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