Mustang, el último reino perdido, es un interesante documental sobre el pequeño y antiguo reino nepalí de Lo. Documental que narra la experiencia de Folco Terzani, quien quiere conocer Mustang, en Nepal, para recorrer los pasos de su difunto padre, Tiziano Terzani, en su retiro para enfrentar un cáncer terminal.
Un mala o yapa mala, rosario budista de 108 cuentas usado para recitar mantras o los nombres de una deidad. |
Una mujer quita la gravilla del arroz cerca de la luz de una ventana de su casa de barro en Lo Manthang. |
Un reino remoto rodeado por la cordillera más alta del mundo, un lugar casi mágico que mantiene intactas su forma de vida feudal, la cultura y su naturaleza. "Un referente de la belleza del mundo, una inspiración y una fuente de energía para quienes buscan el conocimiento de sí mismos, como una forma del buen vivir."
Entrada al reino de Mustang. |
Situación geográfica del reino de Mustang. |
Fundado en 1380, el Reino de Mustang ha permaneció prácticamente sin cambios desde entonces, conservando intacto su estilo de vida tradicional.
Mujeres se sientan en Lo Manthang para hacer girar las ruedas de plegarias en un ritual diario. |
Los primeros expedicionarios occidentales no llegaron hasta el año 1962 y los turistas lo hicieron a partir de 1992, después de que el Tratado Chino-nepalí redefiniera las fronteras del norte de Nepal e incluyera Mustang en su territorio.
La ciudad amurallada de Lo Manthang, capital del reino de Mustang. |
En las intricadas callejuelas de Lo Manthang. |
Situado al norte del Annapurna, Mustang es un pedazo del Tíbet en territorio nepalí. Durante mucho tiempo se convirtió en paso obligado para las caravanas que dio lugar a la llamada Ruta de la Sal.
Bandera del reino de Mustang. |
Oculto en el Himalaya, Mustang tiene un microclima en el que prácticamente nunca llueve, lo que le ha convertido en un inmenso desierto a más de 4.000 metros de altitud.
Jigme Palbar Bista el último rey de Mustang, |
Así ha sido durante los siglos en los que los habitantes de Lo han parado el tiempo. Mientras el mundo cambiaba, Mustang seguía siendo el mismo lugar de siempre, vinculado a sus tradiciones y ajeno a lo que sucedía fuera de sus fronteras.
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