Obsequio ofrecido al profesor Albert Einstein en la Casa Consistorial, 1923. AMCB. Fondo Ayuntamiento de Barcelona B101 Actos protocolarios, expediente núm. 2041923 (Dossier completo) |
Viernes 23 de febrero de 1923 Albert Einstein llega a Barcelona pero nadie va a recibirle a la estación de tren. Nadie le espera, ya que el científico no ha tenido tiempo de telegrafiar para anunciar el día y la hora de su llegada.
Einstein viene invitado a España por el ingeniero y físico Esteve Terradas y el matemático Julio Rey Pastor. Terradas le había ofrecido 7.000 pesetas por las charlas de Barcelona y Madrid, una cantidad equivalente a dos años de salario de un profesor universitario.
Durante seis días visita la ciudad, da cuatro conferencias (el auditorio pocas veces comprendió lo que explicaba), asistió a una exhibición de sardanas en la Escuela Industrial, navegó en canoa por el puerto, se tomó un café con leche en la Rambla y firmó autógrafos en los menús de una enigmática cena .
El menú, escrito con letras góticas en latín relativista -calificaron los periódicos de entonces- escondía un pequeño enigma en cada plato:
Homo platonicus secundum Diogenem cum jure Michelsoniense,
Malum parvum cum Doppler effectu.
Fructus Galilei.
Caffea sobraliensis cum spirituosibus liquoribus et vectoribus tabacalibus.
No era más que una broma simpática de los científicos catalanes que le recibieron en aquella visita.
Cada plato (ocho "sólidos") incluía una referencia a científicos o filósofos y a teorías científicas relacionadas con el ilustre invitado: Habas a la Lorentz transformadas a la catalana, faisán plateado a la Minkowski en cuatro dimensiones, helado continuo euclídeo.
Entre los "líquidos" había jerez inercial, Champagne Codorniu relativista que reflecta la luz, vinos gravitatorios y manzana pequeña con efecto Doppler. ¿Una manzana entre los líquidos? Los investigadores interpretan que se referían a la sidra.
Antiguo Hotel Colón junto a la plaza Cataluña donde se alojó Einstein. |
Un obsequio que la corporación hace a Einstein como reconocimiento a su labor científica.
Tres días después el martes 27 el Salón del Consejo de Ciento, acoge la solemne recepción que el Ayuntamiento de Barcelona ofrece a Einstein. El alcalde accidental Enric Maynés, declara al científico huésped ilustre, destaca su figura científica así como su compromiso ético y pacifista. Por su parte, Einstein aprovecha el acto para reivindicar la comunidad científica en su conjunto.
1 de marzo, tras seis intensos días, esta vez si, Einstein es despedido con toda la solemnidad que merece. En la Estación de Francia toma el tren dirección Zaragoza allí es acompañado por, entre otros, el cónsul de Alemania, Ulrich von Hassell (años después un miembro activo contra el nazismo) y Enric Maynés el alcalde sustituto de la ciudad.
Einstein anota en su diario: "Estancia en Barcelona. Mucho cansancio, pero gente muy amable (Terradas, Campalans, Lana, la hija de Tirpitz), canciones populares, baile y comida. Ha sido agradable."
Bonus track: Ruta de realidad aumentada de Einstein en Barcelona
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1 comentario:
¡A un extranjero! Le pagaron a un extranjero. Sólo hubiera faltado que se hubiese puesto enfermo y no le hubiesen cobrado el hospital.
Vienen de fuera a quitarnos el trabajo y encima les pagamos los gastos. Bien lo sabe la bocazas esa que repartía propaganda del PP contra los inmigrantes; y que a pesar de que la xenofobia es un delito sigue libre y cobrando 300 000 euros al año, sí hombre, Alicia Sánchez Camacho...
Para el que no lo sepa: Si quieres cometer un delito te apuntas al partido que gobierne en un momento dado, cometes el delito, y no te pasa nada.
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