Esta semana en el magazine The New Yorker, Nick Paumgarten escribe un articulo (Up then Down ) sobre los ascensores, y cuenta la historia de Nicholas White, quien estuvo atrapado en un ascensor durante 41 horas. ¡Casi dos días encerrado!.
Un viernes a última hora, Nicholas White se tomó un descanso para fumarse un pitillo. Era tarde estaba trabajando en un suplemento especial para la revista Business Week. Las oficinas están en el piso 43 del edificio de McGraw-Hill, un añadido al Rockefeller Center de New York en 1972.
Cuando terminó su cigarrillo White, regresó al vestíbulo entro en el ascensor y pulso el botón marcado con el 43. Pero después de un momento sintió una sacudida. Las luces parpadearon y entonces el elevador se detuvo.
Es una sensación extraña verle atrapado, intentando abrir las puertas, el techo, durmiendo, como un animal en una jaula. La experiencia le causó un profundo trauma psicológico y nunca volvió a trabajar a lo que era su antigua oficina. No quedó claro por qué se rompió el ascensor. No tenía reloj, ni móvil, y llevaba encima dos caramelos y tres cigarrillos.
El vídeo muestra condensando en apenas 3 minutos esas 41 horas:
Vía Microsiervos
1 comentario:
Acojedor. Yo estuve una vez 1 hora encerrado. pero fue con tres amigos, y lo que hicimos fue charlar y evitar no agobiarse.
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