27 de agosto de 2007

El éxtasis de Santa Teresa de Jesús, de la mística al orgasmo

"Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aún harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo al su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento"

Estas palabras escritas por Teresa de Ávila (o Santa Teresa de Jesús) en El Libro de la Vida (cap. 29) le sirvieron de inspiración a Gian Lorenzo Bernini (Nápoles,7 de diciembre de 1598 - Roma, 28 de noviembre de 1680) para esculpir El Éxtasis de santa Teresa.


"La expresión de la Santa en pleno arrebato místico, constituye una de las más grandes realizaciones de todo el arte barroco"


Éxtasis de Santa Teresa, obra de Gian Lorenzo Bernini (1645-1652), en la iglesia de Santa María de la Victoria, en Roma.


Algunos críticos modernos han apuntado a que las experiencias religiosas que derivan en una especie de síncope apuntan más a fenómenos orgásmicos velados que a encuentros espirituales; en particular, la postura del cuerpo y la expresión facial de santa Teresa ha hecho que algunos atribuyan su experiencia a un momento climático.

Aunque esa teoría puede resultar excitante, la mayor parte de los eruditos barrocos serios dudan que Bernini, practicante de los ejercicios místicos de los seguidores de San Ignacio de Loyola, pudiera haber intentado representar aquí un episodio de lujuria satisfecha.


En lugar de ello, parece que Bernini intentaba expresar el equivalente físico y la expresión facial de un estado de alegría divina, y el resultado sin un coma transfigurado, el llamado Sueño de Dios, común entre los místicos.

Para añadirle dinamismo, Bernini ha trabajado la piedra en olas de tela, evocando el terremoto espiritual que rodea a Teresa, y profanando la inmaculada concepción pétrea del mármol virginal. Un viento divino agita la ropa del ángel. Éste sonríe casi travieso. La nube sin pulir parece casi superflua; la ropa de Teresa parece que la basta en su levitación. "Un efecto luminoso hace que las imágenes parezcan suspendidas en el aire"


Se ha dicho que la obra estaba destinada a figurar en el Vaticano, y que el Papa Inocencio X la rechazo al ver en ella mas de erotismo que de misticismo. Esto es falso. En una de estas cartas Brosse planteaba que Santa Teresa aparentaba más estar experimentando un orgasmo que el amor divino. Esta idea se ha repetido muchas veces desde entonces, dando lugar a toda clase de interpretaciones.

Mas info en este articulo: El éxtasis de Santa Teresa y la violencia de cupido


Trailer de la película: Teresa ,el cuerpo de Cristo:


3 comentarios:

Suso dijo...

No sé tú qué opinas, Elzo, pero para mí no hay duda: los versos de la santa describen un estado de clímax.

Notarás que evito emplear la palabra orgasmo, pero no porque piense que es imposible que una monja pueda disfrutarlos, sino porque quiero evitar algunas connotaciones de los orgasmos (que yo mismo le atribuyo) y que no tengo tan claro que, en este caso, se den, como la voluntariedad por alcanzarlo o el conocimiento del fenómeno (y su re-conocimiento posterior)

Aparte, fíjate en esto: si en pleno siglo XXI sigue estando mal visto socialmente sacar los orgasmos del ámbito privado, en el siglo XVI, con la enorme influencia de la moral católica, una confesión pública y premeditada como la que se supone que está describiendo una mujer, y además monja, debía ser motivo de tortura, hoguera y excomunión como poco!!!

No sería yo quien me arriesgara a desafiar a los católicos, con las malas pulgas que se gastan. Si hasta su símbolo es su dios muerto en un instrumento de tortura!!

Un abrazo, Elzo!!

Luigui Moreno dijo...

Me gusta esta entrada, de echo santa Teresa parece estar escribiendo un relato erotico, vamos ella era una mujer de carne y hueso, ese relato quizas se referia a alguna habilmente mimetizada (en relato teologico) aventura amorosa con un hombre, o a fantasias de una mujer en sus dias de ovulacion que no podia contener su necesidad por lo que socialmente ella era(monja) y tuvo que dejarlo fluir con esta prosa erotica que con solo leerlo te transporta a la mente de la "santa".

Solstrom dijo...

Efectivamente, la descripción de Sta. Teresa obedece a un Extasis Divino, acompañado de un inigualable bienestar y semi-sueño, como especie de trance muchas veces acompañado de visiones. Entre tanto, los piquetes pueden deberse a la activación de centros energéticos específicos como el Chakra del Corazón, especialmente en estos momentos de éxtasis espiritual...